RAPAPOLVO ORIENTAL A FRANCISCO
[Como es natural los dos obispos griegos, cuyo alegato reproducimos, participan de hecho del llamado cisma oriental, y también de algunos errores y herejías que reprochan injustamente a la Iglesia Católica desde la antigüedad. Es lo que el autor llama "sus problemas". Además no se debe aceptar que ellos sean la Iglesia Católica y Apostólica. Ahora bien muchas de las denuncias a Francisco-Bergoglio son acertadas.
Compleméntese este artículo de Traditio, con el artículo que ponemos a continuación, que también debe leerse con sentido crítico, de Andrea Tornielli, de cuyas apreciaciones con frecuencia disentimos. Pero que aclaran la dura carta de estos dos metropolitas]
Compleméntese este artículo de Traditio, con el artículo que ponemos a continuación, que también debe leerse con sentido crítico, de Andrea Tornielli, de cuyas apreciaciones con frecuencia disentimos. Pero que aclaran la dura carta de estos dos metropolitas]
Dos obispos griego Metropolitanos Declaran que Francis-Bergoglio es un hereje por su enseñanza y / o su apoyo a herejías tales como el sincretismo y el Modernismo
De: Los Padres traditio
Anatematizamos a Francisco-Bergoglio como hereje.
Proclaman Dos Obispos Metropolitanos griegos ortodoxos.
Denuncian públicamente el “Orgullo Satánico ” de Bergoglio
en la enseñanza y / o apoyo a Herejías
Tales como el sincretismo, la homofilia, la judaizante
inmoralidad sexual y el modernismo en su primer año de gobierno.
El patriarca “ecuménico” Bartolomé puedo haberse mostrado sincretísticamente con Francisco-Bergoglio en Israel el 1 de junio de 2014, pero ahora dos Obispos Metropolitanos griegos ortodoxos han declarado públicamente que Francisco-Bergoglio es hereje debido a su falsa enseñanza, ni católica ni apostólica, durante su primer año en el cargo. La Iglesia ortodoxa griega es formalmente cismática, ya que no aceptan el decreto del Consejo del Vaticano I (1870) sobre el papado, pero la Iglesia Ortodoxa Griega es parte de la Iglesia católica y apostólica, y no es herética [Nota de este blog ¿¿??]
Los dos Metropolitanos griegos, Andrew (de Dryinoupolis, Pogoniani y Konitsa) y Serafín (de El Pireo y Faliro) han escrito una dura carta de 89 páginas al “Jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano”, pidiendo a Bergoglio que renuncie a su “Satánico orgullo “en la enseñanza y / o el apoyo a las siguientes” herejías “:
- El sincretismo, es decir, la falsa enseñanza tradicionalmente condenada por la iglesia católica y apostólica, de que “todos adoramos al mismo Dios, que todos los dioses son iguales”, que el Concilio modernista del Vaticano II ha enseñado el “ecumenismo” interreligioso.
- La Homofilia, es decir, la negativa a denunciar los actos homosexuales, condenados en la Biblia como uno de los cuatro pecados que claman al Cielo.
- Judaizante, es decir, la falsa enseñanza sobre los Judios que se aparta de la Biblia
- La inmoralidad sexual, es decir, la no adopción de medidas firmes y públicas contra los que cometen pecados graves entre su clero como la pedofilia, condenados en la Biblia
- Modernismo, es decir, no condenar los errores del Concilio Vaticano II (1962-1965), sino en vez de ello abrazar de todo corazón a los que abrazan estos errores
Los dos obispos griegos Metropolitanos aseguran a Bergoglio que su carta está dirigida a él con “amor sincero” y está motivada por la necesidad de recordar a los herejes de que vuelvan a la una, santa, católica y apostólica. [Parte de la información de este Comentario fue aportada por el diario italiano La Stampa.]
Buenos católicos, es falso pensar que el mundo debe ser “ecuménico”, y que todas las religiones deben abrazarse en un ” “sincretismo” ya condenado como también a sus otras enseñanzas falsas. Aunque la iglesia griega ortodoxa tiene sus propios problemas, los dos obispos metropolitanos están acertados en su condena de los errores de Bergoglio contra la iglesia católica y apostólica.
Dos Obispos ortodoxos griegos acusan al Papa de herejía
Carta de dos metropolitas grecos al «líder del Estado Vaticano»: 89 páginas de duras acusaciones en las que piden a Roma que renuncie a su «orgullo satánico”
ANDREA TORNIELLI
Ciudad del Vaticano
Ciudad del Vaticano
Uno de los dos firmatarios no es ajeno a este tipo de iniciativas, pero esta vez la kilométrica carta (de 89 páginas) que acaban de enviar a Papa Francisco los metropolitas de la Iglesia greco-ortodoxa (Andrés de Dryinoupolis, Pogoniani y Konitsa, y Serafino del Pireo y de Faliro) fue publicada en griego y en inglés por un sitio web muy popular de Grecia.
Los dos metropolitas griegos se dirigen al Papa de esta manera: «Su Excelencia Francisco, líder del Estado de la Ciudad del Vaticano», sin reconocerlo como obispo. Afirman quererse dirigir a él «con amor», llevados por la voluntad de hacer volver a «los herejes» a la Santa Iglesia ortodoxa, de la que el Papa (siempre citado entre comillas como tal) se habría alejado. Los firmatarios, pero no hay necesidad de especificarlo, se dicen fuera «del espíritu occidental y ecumenista», y definen como «papismo» la «herejía» y el «delirio espiritual» que se profesa en Roma. Los dos obispos grecos afirman que rezan «incesantemente» para que los «ilusos» del Papa y sus «secuaces» renuncien a su «herejía». Por ello, evidentemente, piden al Papa que «vuelva» a la ortodoxia.
Las páginas dedicadas al ecumenismo, definido como «sincretista», son durísimas. Los firmantes no reconocen a la Iglesia católica el estatus de Iglesia, ni la validez de la celebración de los sacramentos en ella, ni el estatus de obispo al Papa. Además indican que es «blasfemo», además de «escritural y patrísticamente infundado», el «primado petrino» y la jurisdicción del Papa sobre toda la Iglesia. También definen como «blasfemia» contra el Espíritu Santo la doctrina de la infalibilidad papal, demostración del «orgullo satánico» que habría «poseído» al Pontífice. El «papismo» «no es una Iglesia, sino una comunidad religiosa, una para-sinagoga, una herejía… una perversión absoluta de la verdad», escriben en el largo documento los dos metropolitas ortodoxos.
En la carta también hay una detallada descripción de los que, según los firmatarios, serían los errores más graves: entre ellos haber «aceptado la propuesta del Diablo» de gobernar un Estado «en cambio de su fidelidad a él». Se pasa después a diferentes argumentos: la delicada cuestión teológica del “Filioque” en el Credo niceno-constantinopolitano, la inefabilidad, la jurisdicción, el «bautismo por aspersión y la separación» de este sacramento con respecto a la confirmación, las formas de la consagración eucarística, el que no comulguen los laicos con el cáliz, el no otorgar a los niños pequeños la comunión, los dogmas de la Inmaculada concepción y de la Ascención de María, la doctrina sobre el Purgatorio, las indulgencias, el celibato obligatorio para el clero e incluso el reconocimiento de las comunidades llamadas «uniatas».
Después siguen muchas páginas llenas de acusaciones recopiladas en diferentes sitios de internet y en periódicos, para tratar de demostrar que el pecado habita en el Vaticano (se cita, por ejemplo, el hecho de que ciertas películas “románticas” y también pornográficas habrían sido descargadas desde computadoras del Vaticano).
Las acusaciones más directas contra Francisco van desde la bendición de las motos Harley Davidson hasta el estilo de la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro, pasando por las indulgencias que el Papa otorgaría mediante Twitter. Se cita también el nombramiento de Ernst von Freyberg como presidente del IOR después de la renuncia de Benedicto XVI y el clamoroso despido de Gotti Tedeschi. Y se vuelven a desempolvar las viejas acusaciones en contra de Bergoglio, esas que indicaban que habría colaborado con el régimen militar argentino.
Muchas de las páginas de la carta están dedicadas a la demolición del Concilio Vaticano II y de sus aperturas al diálogo interreligioso. Un ataque violento contra el judaísmo y contra la línea que había indicado Papa Ratzinger, en particular «haber exonerado al pueblo judío de la responsabilidad por la crucifixión de Jesús», mientras el judaísmo, según los dos metropolitas grecos, con la «satánica Kabbalah y el demoníaco Talmud» crucifica «cada día al Salvador del mundo».
A Francisco no se le perdona el lavatorio de pies de la misa in “Coena Domini” que se llevó a cabo en el reformatorio juvenil de Casal del Marmo (durante la Semana Santa de 2013), ni las próximas canonizaciones de Juan XXIII y Juan Pablo II.
El metropolita Serafino en marzo de 2012 había lanzado una serie de anatemas contra diferentes personajes, y uno de ellos fue Benedicto XVI. Al mes siguiente, el Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomeo envió una carta el arzobispo Jerónimo, primado de la Iglesia de Grecia, en la que definía como inaceptables las acciones de algunos jerarcas de aquella Iglesia, sobre todo en relación con sus críticas acerca de la participación en el diálogo con los no ortodoxos. Las inaceptables posturas de estos dos obispos son bien conocidas entre los ortodoxos (algunos incluso los consideran una especie de “talibanes”) y no tienen mucho eco; lo que sorprende es que sean toleradas por el Sínodo de la Iglesia ortodoxa griega.