PAPAS HEREJES ¿SIGUEN SIENDO PAPAS HASTA LA SENTENCIA DE LA IGLESIA?
SAN ROBERTO CONTRA QUIENES ADMITEN EL PAPADO DE UN HEREJE MANIFIESTO
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Traigo la refutación que hace Belarmino del gran teólogo Cayetano. La opinión de éste sobre un papa caído en la herejía era que sólo puede ser depuesto por sentencia de la Iglesia porque seguiría siendo papa, a pesar de la herejía, hasta la sentencia. Belarmino en la hipótesis de un papa caído en herejía, [que no quiere decir que él crea que pueda darse con absoluta certeza (en el mismo capítulo XXX que traducimos abajo dice al principio que la opinión contraria, como era la de Pighius, ES PROBABLE aunque no común] (1) tiene otra opinión diferente a la de Cayetano, que defiende con gran sutileza y profundidad con acopio de citas bíblicas y patrísticas.
Traigo la refutación que hace Belarmino del gran teólogo Cayetano. La opinión de éste sobre un papa caído en la herejía era que sólo puede ser depuesto por sentencia de la Iglesia porque seguiría siendo papa, a pesar de la herejía, hasta la sentencia. Belarmino en la hipótesis de un papa caído en herejía, [que no quiere decir que él crea que pueda darse con absoluta certeza (en el mismo capítulo XXX que traducimos abajo dice al principio que la opinión contraria, como era la de Pighius, ES PROBABLE aunque no común] (1) tiene otra opinión diferente a la de Cayetano, que defiende con gran sutileza y profundidad con acopio de citas bíblicas y patrísticas.
[ Nota respecto de la opinión de Pighio: añado, a causa de un comentario, aunque no entra en lo tratado en el post, lo siguiente: Dice de la opinión de Pighio que aunque es probable y puede defenderse fácilmente no es la común. Por lo que cree quevale la pena responder a la opinión contraria- que el papa sólo puede ser depuesto por sentencia de su herejía, porque seguiría siéndolo a pesar de la herejía. Y esto pasa a hacer en el mismo capítulo XXX, en un apartado en que examina la cuarta sentencia de Cayetano. Pero aunque admite lo contrario en el quinto apartado, como OPINIO VERA (lo cual no quiere decir que sea cierta frente a la de Pighio, ya que entonces lo contrario no seria probable, aunque sí sería VERA Y CIERTA respecto de la opinión de Cayetano que negaba que el papa hereje dejara de ser papa hasta la sentencia) cree que debe ser depuesto por la Iglesia, pero NO COMO PAPA, puesto que él mismo ha dejado de serlo (desinere), sino que la Iglesia puede juzgarlo y castigarlo siguiendo a todos los Padres antiguos -los cuales enseñan que los herejes manifiestos MOX AMITTERE OMNEM JURIDITIONEM (Inmeditamente perdieron toda jurisdición) no tendrían jurisdición. (2)
En este post se trata de decidir si el Papa conserva la jurisdición hasta la sentencia. Lo cual niega Belarmino. Pero admite que debería ser juzgado y castigado sin tener ya jurisdición.
De todo ello se sigue nuestra opinión, que el Papa hereje manifiestoha perdido toda jurisdicción y por lo tanto ha dejado de ser papainmediatamente-mox- después de su herejía manifiesta, esto esnotoria y pertinaz, y que “a posteriori” como consecuencia de ello debería ser juzgado y castigado por la Iglesia, como cualquier hereje. Cuando ha pasado esto en la historia de la Iglesia, a veces se ha procedido a ello, conscientes todos de que “prima sedes a nemine judicatur” pero que en el supuesto nadie estaría juzgando a un papa. La comparación con las nulidades de matrimonio que la Iglesia a veces lanza, salta a la vista. La Iglesia no declara nulo un matrimonio, sino declara que HA SIDO NULO. Los conyuges no tendrían derecho a usar del matrimonio, si las causas de nulidad les son a ellos manifiestas.
La pregunta entonces es: Si los fieles conocen con certeza que el papa es hereje manifiesto (usando su propia inteligencia y el principio de contradicción) ¿tienen el DEBER e incluso el DERECHO de obedecer al Papa hereje? ¿Pueden y deben hacer uso de la jurisdicción que él conceda, incluso supuesta en caso de necesidad, esperando a la sentencia de la Iglesia?
En mi opinión, no LES ES LÍCITO ni tampoco tienen obligación de obedecer. No hacen un juicio público sino hacen un juicio lógico y privado para llegar a su postura CON CERTEZA ( si no hay certeza, aunque haya mayor probabilidad, deben obedecer puesto que el juicio moral debe privilegiar al Superior.) [Véase el post de este blogUNA ACUSACIÓN INFUNDADA ]
En esta opinión, queda refutado el SEDEVACANTISMO OPINIONISTA, que admite su sedevacantismo como una opinión aunque sea la más probable [Véase el post EL OPINIONISMO] que admite la opinión contraria como lícita.
También queda refutado- in radice-la opinión Lefebvrista y de los llamados filolefebvristas, y de los resistentes de la línea media, que se aferran ciegamente a la necesidad de una sentencia pública, de la Iglesia [¿pero de quién? ¿de obispos y fieles que en su mayor parte han caído en la herejía, como a diario lo constatamos?] y así cohonestan su unacumismo resistiendo a veces ásperamente y desobedeciendo al que creen papa, bien que con una opinión probable o menos probable o subjetivamente cierta pero indebida y errónea.
Una extensa y espléndida refutación del lefebvrismo tal como lo expone el P. Boulet (y de éste último se hacen eco en un reciente artículo del blog Tradición digital) es la que nos aporta en un opúsculo de 84 páginas Jhon Lane CONCERNING A SSPX DOSSIER ON SEDEVACANTISM, BY REV. DOMINIQUE BOULET, SSPX. Este opúsculo merece una lectura atenta y meditada porque refuta con meridiana claridad la posición de la línea media actual en la Iglesia, basándose en que aunque el actual papa sea hereje-lo cual conceden- sin embargo le achacan ridículamente una herejía material y no formal.A lo expresado en ese opúsculo nos adherimos plenamente, salvo en detalles de menor cuantía.
Hay que notar que aunque se conceda que el papa pueda caer en la herejía en orden a su discusión, esto no quiere decir que desde su elección haya sido papa. La opinión tradicional de la Iglesia como lo expresa Pighio -la Iglesia siempre lo ha creído luego es verdad- es que un papa no puede caer en la herejía. En el blog tenemos muchos post sobre la infalibilidad pontificia- que esto quiere decir “infalibilidad”: no poder caer en la herejía o el error contra la Fe. Si Belarmino lo acepta creemos que es en el orden dialéctico y práctico de la discusión. Como si dijera, si un papa se detecta como herético ¿qué hacer? La respuesta nos la da en el punto quinto de su argumentación del capítulo XXX (2).
Pero si en fuerza de lo que dice textualmente, alguien argumentara que en efecto lo creía, frente al cúmulo de Padres, Papas, Doctores, entre los cuales Santo Tomás, habría que decir que Belarmino en esto se equivocaba. ¿Acaso no defendió el Geocentrismo, frente a lo que comúnmente, aunque no con absoluta certeza, se acepta hoy día? ¿Y qué decir de su sentencia sobre la autoridad que pasaría al monarca a través del pueblo, lo cual es más que dudoso? La posibilidad de un papa cayendo en la herejía se empezó a aceptar muy tarde en la Iglesia frente a la letra de innumerables autoridades. Exactamente en la época de Pighio-frente a lo que él escribió su obra- a causa de la intoxicación protestante y despuésjansenista y galicana. Sin olvidar las falsificaciones del 6º concilio, y del engaño del papa Adriano, como el mismo Belarmino reconoce en el mismo capítulo XXX. (3)
En el blog volvemos a lo comunmente creído en la iglesia aceptando la infalibilidad de los papas, tanto en su magisterio extraordinario, como en el ordinario. Es lo que se llama la infalibilidad pontificia. Los posts relacionados pueden obtenerse en la pestaña superior.
Añadimos, como opinión propia, que al regatear la infalibilidad pontificia a veces con contosionismos dialécticos rabínicos – no hay herejías en el magisterio ordinario de los papas- es causa de la situación actual de apostaría de la iglesia conciliar. En la práctica es imposible encontrar alguna homilía de las actuales misas inválidas- esta es otra cuestión- sin toparse con una herejía manifiesta o subyacente. Creemos que los que se apuntan a esa línea son responsables al apoyar a unos papas heréticos, de la expansión del cáncer de la herejía en el cuerpo social católico.
Este es el título del capítulo XXX:
AN PAPA HAERETICUS DEPONI POSSIT/ ¿ PUEDE SER DEPUESTO UN PAPA HERÉTICO?
Viniendo al objeto del blog, sobre si un papa seguiría siendo papa, hasta la sentencia de deposición, traigo la traducción de los apartados ( cuarto y quinto) del célebre capítulo XXX. Aparte de las consecuencias prácticas el texto merece ser leído, por ser un exponente de la seriedad y rigor con que se defendían, por los doctores, las propias teorías. Sin dejar de lado la emoción estética que produce seguir los razonamientos del gran doctor de la Iglesia.
San Roberto Belarmino, obispo jesuita y doctor de la Iglesia, especulando sobre el papa que cae en herejía, dijo que en esta situación el Papa perdería ipso facto el Papado. Esto lo desarrolla en el capítulo 30 del libro II “De Summo Pontifice” del que extraemos el apartado siguiente.
[La siguiente traducción, que en castellano no hemos visto en otros sitios, está hecha a partir de una traducción francesa del original latino. Pero puede contrastarse con lo dicho en el original latino, pulsando, en la imagen de Belarmino del post, y en la de la barra lateral. Una vez aparecido el índice de las "Controversiae" hay que pulsar el enlace que dice "Cap. XXIX-XXX. En el CAP. XXX . El capítulo se intitula así: "Solvitur argumentum ultimum et tractatur quaestio: AN PAPA HAERETICUS DEPONI POSSE. En la página 608, segunda columna se expone:Quarta opino est Cajetani..ubi docet PAPAM HAERETICUM NOM ESSE IPSO FACTO DEPOSITUM, SED DEBERE DEPONI AB ECCLESIA.]
[La siguiente traducción, que en castellano no hemos visto en otros sitios, está hecha a partir de una traducción francesa del original latino. Pero puede contrastarse con lo dicho en el original latino, pulsando, en la imagen de Belarmino del post, y en la de la barra lateral. Una vez aparecido el índice de las "Controversiae" hay que pulsar el enlace que dice "Cap. XXIX-XXX. En el CAP. XXX . El capítulo se intitula así: "Solvitur argumentum ultimum et tractatur quaestio: AN PAPA HAERETICUS DEPONI POSSE. En la página 608, segunda columna se expone:Quarta opino est Cajetani..ubi docet PAPAM HAERETICUM NOM ESSE IPSO FACTO DEPOSITUM, SED DEBERE DEPONI AB ECCLESIA.]
A continuación el extracto traducido de dicho capítulo 30. Los resaltados son propios, y están hechos en orden a contestar algunas opiniones que en estos días leemos en internet, entre blogs adversarios. Entre corchetes van notas aclaratorias ajenas al texto de Belarmino.
SAN ROBERTO BELARMINO
De Controversiarum de Summo Pontífice, liber II, cap.XXX
La cuarta opinión es la de Cayetano, que dice que el papa manifiestamente herético, no está, ipso facto, excomulgado, pero puede y debe ser excomulgado por la Iglesia. En mi opinión, este punto de vista no puede defenderse. Puesto que salta a la vista que, como se demuestra con argumentos de autoridad y razón, el hereje manifiesto está excomulgado ipso facto.
El argumento de autoridad se deriva de S. Pablo (Tito, c. 3), que ordena que el hereje debe evitarse después de dos advertencias, es decir, después de manifestarse obstinado, y por lo tanto, antes de ninguna excomunión o sentencia judicial.
Ahora bien, un papa al ser papa no puede ser evitado porque ¿Cómo podríamos estar obligados a evitar a nuestra propia cabeza? ¿Cómo podríamos separarnos nosotros mismos de un miembro que está unido a nosotros ?
Y esto es lo que escribe San Jerónimo, añadiendo que todos los otros pecadores están excluidos de la Iglesia por sentencia de excomunión, mientras que el hereje, por su propio movimiento, se excluye a sí mismo y se separa del Cuerpo de Cristo.
Este principio es de lo más cierto. El no-cristiano no puede en modo alguno ser Papa, como el mismo Cayetano admite (lib. c. 26). La razón es que un individuo no puede ser la cabeza de algo de lo que no es miembro, ya que un no cristiano no es un miembro de la Iglesia, y un hereje manifiesto no es cristiano, cosa claramente enseñada por San Cipriano (lib. 4, Epist. 2), San Atanasio (Scr. 2 cont. Arian.) San Agustín (lib. de los great. Cristo. cap. 20), San Jerónimo(contra Lucifer) y otros, por lo tanto, el hereje manifiesto no puede ser Papa.
A esto, Cayetano responde (in Apol. pro tract. praedicto cap. 25 et in ipso tract. cap. 22) que el hereje no es un cristiano “simpliciter”, sino es un cristiano “secundum quid”. Puesto que se admite que hay dos cosas que hacen a alguien cristiano – la fe y el carácter bautismal – el hereje, después de haber perdido la fe, de alguna manera permanece unido a la Iglesia y es sujeto capaz de jurisdicción, por lo tanto, el Papa debe ser removido [del soberano pontificado], puesto que tiene una disposición, o sea disposición última, para dejar de ser Papa: lo mismo que un hombre que aún no ha muerto pero está “in extremis” [ a punto de morir].
Una vez más diré: En primer lugar, si el hereje se mantiene, “in actu”, unido a la Iglesia en virtud del carácter bautismal, sería imposible cortarlo o separarlo de la Iglesia “in actu“, porque el carácter bautismal es indeleble. Pero nadie niega que cualquier persona puede ser separada “in actu” de la Iglesia. En consecuencia, el carácter bautismal no hace a un hereje estar “in actu” en la Iglesia, sino es sólo una señal de que antes estaba en la iglesia y que debe regresar a ella. De manera parecida, cuando una oveja perdida se extravía por el monte, la marca que lleva no señala que esté en el aprisco , sino que indica de qué aprisco se ha escapado y a qué aprisco hay que devolverla.
Esta verdad está confirmada por Santo Tomás, que dice (Summ. Teología III, q 8, 3.) que los que no tienen fe no están unidos “in actu” a Cristo, sino sólo potencialmente – y Santo Tomás se refiere aquí a la unión interior, no a la exterior, la cual se produce por laconfesión de la fe y los signos visibles. En consecuencia, como el carácter bautismal es algo interno, no externo, de acuerdo con Santo Tomás el carácter bautismal por sí solo no une al hombre, “in actu”, a Cristo.
Además, contra el argumento de Cayetano, o la fe es una disposición necesaria “simpliciter” a la persona para ser Papa, o sólo es necesaria para ser un buen Papa. En el primer caso, esta disposición se elimina por la disposición en contrario, o sea por una herejía, y el Papa inmediatamente deja de ser Papa, ya que la forma no se puede mantener sin las disposiciones necesarias. En el segundo caso, el Papa no podría ser depuesto por herejía, ya que de lo contrario, debería poder ser depuesto también por ignorancia, inmoralidad y otras causas similares que impiden el conocimiento, la moral y todas las otras disposiciones necesarias para ser un buen Papa (ad bene esse papae). Además, Cayetano ante esto, reconoce (Tract. Praed., Ca. 26) que el Papa no puede ser depuesto por falta de las disposiciones necesarias, no [se refiere a las que lo son]“simpliciter”, que son “ad bene esse”.
A esto, Cayetano responde que la fe es una disposición necesaria “simpliciter”, pero parcialmente, no totalmente, y por consiguiente, aun cuando su fe desapareciera seguiría siendo Papa, debido a que la otra disposición, el carácter bautismal, aún persiste.
Todavía una vez más, mi argumento sería: o la total disposición, que consiste en el carácter bautismal y la fe, es necesaria “simpliciter”, o no lo es; en este último caso la disposición parcial sería suficiente. En el primer caso, desaparecida la fe, la disposición necesaria “simpliciter” ya no existe, ya que la disposición “simpliciter”, es la total que se necesita, y la total ya no existe. En el segundo caso, la fe sólo es necesaria “ad bene esse”, y por lo tanto su ausencia no justifica la deposición del Papa. Además, lo que se refleja en la disposición final en la muerte, es que deja [el moribundo]de existir después de la muerte, sin la intervención de cualquier otra fuerza externa, en consecuencia, es igual de evidente, que el Papa hereje también deja de ser Papa por sí mismo, sin necesidad de ninguna deposición.
Todavía una vez más, mi argumento sería: o la total disposición, que consiste en el carácter bautismal y la fe, es necesaria “simpliciter”, o no lo es; en este último caso la disposición parcial sería suficiente. En el primer caso, desaparecida la fe, la disposición necesaria “simpliciter” ya no existe, ya que la disposición “simpliciter”, es la total que se necesita, y la total ya no existe. En el segundo caso, la fe sólo es necesaria “ad bene esse”, y por lo tanto su ausencia no justifica la deposición del Papa. Además, lo que se refleja en la disposición final en la muerte, es que deja [el moribundo]de existir después de la muerte, sin la intervención de cualquier otra fuerza externa, en consecuencia, es igual de evidente, que el Papa hereje también deja de ser Papa por sí mismo, sin necesidad de ninguna deposición.
Por último, los Santos Padres enseñan unánimemente no sólo que los herejes están fuera de la Iglesia, sino que también están privados ipso facto de cualquier jurisdicción o dignidad eclesiástica. San Cipriano ( Lib. 2, Epist 6) dice: “Afirmamos que el hereje o cismático absolutamente no tiene ningún poder o derecho”, y enseña también (Lib. 2, Epist 1) que los herejes que quieran volver a la Iglesia deben ser recibidos como laicos, incluso si han sido previamente sacerdotes u obispos de la Iglesia. San Optato (Lib. 1 cont. Parmen.) enseña que los herejes y cismáticos, no pueden tener las llaves del reino de los cielos, ni de atar o desatar. San Ambrosio (Lib. 1 de poenit., Cap. 2),San Agustín (in Enchir., Cap. 65), San Jerónimo (lib. cont. Lucifer)enseñan lo mismo.
El Papa San Celestino I (….. Ep. ad Antioch, que aparece en Conc. Efes, Tome I cap.19) escribe: “Es evidente que [el excomulgado por Nestorio] quedó, y sigue estando, en comunión con nosotros, ya que nosotros no tenemos como excomulgados a todos los que han sido excomulgados o [ (Ep. ad Michael) repite y confirma la misma cosa. Por último, Santo Tomás enseña (S. Theol., II-II, q. 39, a. 3) que los cismáticos pierden inmediatamente toda jurisdicción, y por lo tanto todo lo que hacen relativo a la jurisdicción es nulo.
San Nicolás I [papa] (Ep. ad Michael) repite y confirma la misma cosa. Por último, Santo Tomás enseña (S. Theol., II-II, q. 39, a. 3) que los cismáticos pierden inmediatamente toda jurisdicción, y por lo tanto todo lo que hacen relativo a la jurisdicción es nulo.
No existe ningún fundamento para lo que responden algunos a esto: es decir que estos padres se basan en una ley anterior, y ahora, por decreto del Concilio de Constanza, sólo aquellos que han sido excomulgados expresamente, o que son clérigos, pierden su jurisdicción. Yo digo que este argumento no tiene ningún valor, ya que estos padres, al decir que los herejes pierden cualquier jurisdicción, no se basan en ninguna ley humana tocante a la cuestión, que probablemente ni siquiera existía entonces, sino que argumentaron fundándose en la propia de la naturaleza de la herejía.
No existe ningún fundamento para lo que responden algunos a esto: es decir que estos padres se basan en una ley anterior, y ahora, por decreto del Concilio de Constanza, sólo aquellos que han sido excomulgados expresamente, o que son clérigos, pierden su jurisdicción. Yo digo que este argumento no tiene ningún valor, ya que estos padres, al decir que los herejes pierden cualquier jurisdicción, no se basan en ninguna ley humana tocante a la cuestión, que probablemente ni siquiera existía entonces, sino que argumentaron fundándose en la propia de la naturaleza de la herejía.
El Concilio de Constanza sólo trata de los excomulgados, es decir, de aquellos que perdieron su jurisdicción por sentencia de la Iglesia, mientras que los herejes, incluso antes de que sean excomulgados,están fuera de la Iglesia y privados de cualquier jurisdicción. Ya que están condenados por su propia sentencia, como enseña el Apóstol (Tito 3:10-11), fueron cortados del cuerpo de la Iglesia sin excomunión como afirma san Jerónimo.
Aparte de esto, la segunda afirmación de Cayetano, que afirma que el Papa hereje verdadera y autorizadamente sólo puede ser depuesto por la Iglesia, no es menos falsa que la primera. Porque si la Iglesia depone al Papa en contra de su voluntad, está sin duda por encima del Papa. Sin embargo, el mismo Cayetano, en el mismo tratado, mantiene lo contrario. Cayetano responde a esto que la Iglesia, al deponer al Papa no tiene autoridad sobre el Papa, sinosobre el vínculo entre su persona y el pontificado. De la misma manera que la Iglesia, uniendo el pontificado a la persona, no está por encima de la Papa, también la Iglesia puede separar el pontificado de la persona en el caso de herejía, sin que esté por encima del Papa.
Pero contra esto, hay que señalar, en primer lugar que, del hecho de que el Papa depone a los obispos, se infiere que el Papa está por encima de los obispos, aun concediendo que el Papa, mediante la deposición de los obispos, no destruye la jurisdicción episcopal, sinosólo la separa de la persona. En segundo lugar, deponer a cualquiera del pontificado en contra de la voluntad del que es depuesto, es sin duda castigarle. Pero, castigar es propio del superior o del juez. En tercer lugar, siguiendo a Cayetano y a otros tomistas, como el todo y las partes consideradas como un conjunto son realmente la misma cosa, quien tiene autoridad sobre las partes consideradas como un todo, pudiendo separarlas entre sí, también tendría autoridad sobre el todo integrado por las partes.
Pero contra esto, hay que señalar, en primer lugar que, del hecho de que el Papa depone a los obispos, se infiere que el Papa está por encima de los obispos, aun concediendo que el Papa, mediante la deposición de los obispos, no destruye la jurisdicción episcopal, sinosólo la separa de la persona. En segundo lugar, deponer a cualquiera del pontificado en contra de la voluntad del que es depuesto, es sin duda castigarle. Pero, castigar es propio del superior o del juez. En tercer lugar, siguiendo a Cayetano y a otros tomistas, como el todo y las partes consideradas como un conjunto son realmente la misma cosa, quien tiene autoridad sobre las partes consideradas como un todo, pudiendo separarlas entre sí, también tendría autoridad sobre el todo integrado por las partes.
El ejemplo de los electores, traído por Cayetano, que tienen la facultad de designar a una persona al Pontificado, sin tener el poder del Papa, también carece de valor. Porque cuando se crea una cosa, el acto se ejerce sobre la materia de la cosa futura, y no en el compuesto, que no existe todavía, pero cuando algo se destruye, el acto se realiza sobre el compuesto. Esto se hace evidente al considerar la naturaleza de las cosas. Por lo tanto, en la creación del Pontífice, los Cardenales no ejercen su autoridad sobre el Pontífice, ya que no existe todavía, sino en la materia, es decir, la persona que se dispone a ser elegida para recibir de Dios la forma del Pontificado. Pero, si deponen al Pontífice, necesariamente ejercen autoridad sobre el compuesto, es decir, sobre la persona con el poder pontificio, en otras palabras, sobre el Pontífice.
En consecuencia, la opinión verdadera es la quinta, que manifiesta que el Papa herético es cesado por sí mismo como Papa y cabeza, del mismo modo que deja de ser cristiano y miembro del cuerpo la Iglesia y por esta razón, podría ser juzgado y castigado por la Iglesia. Esta es la sentencia de todos los Padres antiguos que enseñan que los herejes manifiestos pierden inmediatamente toda jurisdicción, y esto es dicho de forma explícita por San Cipriano (lib. 4, Epist. 2), que dijo lo siguiente acerca de Novaciano, que fue el Papa [antipapa] durante el cisma que surgió bajo el pontificado deSan Cornelio: “No había podido mantener el episcopado, y, si había podido ser nombrado obispo antes, se separó, por sí mismo del cuerpo de los que eran, como él, obispos, y de la unidad de la Iglesia “.
De acuerdo con la afirmación de San Cipriano en este pasaje, concediendo que Novaciano habría sido verdadero y legítimo Papa, habría caído de forma automática del pontificado al separarse de la Iglesia.
Esta es la opinión de la mayoría de los grandes doctores más recientes, como Jean Driedo ( lib. 4 de Script. et dogmat. Eccles., cap. 2, par. 2, sent. 2 ) , que enseña que sólo se separan de la Iglesia los que son expulsados de ella por la excomunión o los que se van por sí mismos o se oponen a ella como herejes o cismáticos. Y en esta séptima afirmación, sostiene que absolutamente ningún poder espiritual de los que hay en la Iglesia permanece en los que la abandonan.
Esta es la opinión de la mayoría de los grandes doctores más recientes, como Jean Driedo ( lib. 4 de Script. et dogmat. Eccles., cap. 2, par. 2, sent. 2 ) , que enseña que sólo se separan de la Iglesia los que son expulsados de ella por la excomunión o los que se van por sí mismos o se oponen a ella como herejes o cismáticos. Y en esta séptima afirmación, sostiene que absolutamente ningún poder espiritual de los que hay en la Iglesia permanece en los que la abandonan.
Melchor Cano dice lo mismo (lib. 4, de loc., Cap.2) enseñando que los herejes no son miembros y no son parte de la Iglesia, y ni siquiera puede imaginar que alguien pudiera ser su cabeza y Papa, sin ser miembro, o parte(cap. ult. ad argument. 12).Y enseñaba, en primer lugar, con palabras sencillas, que los herejes ocultos siguen estando en la Iglesia, porque son miembros y forman parte de ella, y que por lo tanto, un Papa ocultamente hereje sigue siendo Papa. Esta es también la opinión de otros autores que hemos citado en el libro De Ecclesia.
Este argumento se funda en que el hereje manifiesto no es de ninguna manera miembro de la Iglesia, es decir, ni espiritual ni corporalmente, lo que significa que no es miembro por unión interna, ni por unión externa. Los católicos, incluso los malos son miembros de ella y están unidos a la Iglesia espiritualmente por la fe, y corporalmente por la confesión de la fe y por la participación en los sacramentos visibles.Los herejes ocultos están unidos a ella sólo por unión externa y, por el contrario, los buenos catecúmenos pertenecen a la Iglesia sólopor unión interna, no por unión externa, [frente a la opinión errónea de quien no admite el bautismo de deseo] pero los herejes manifiestos no están unidos la Iglesia de ninguna manera, tal como lo hemos demostrado “.
Este argumento se funda en que el hereje manifiesto no es de ninguna manera miembro de la Iglesia, es decir, ni espiritual ni corporalmente, lo que significa que no es miembro por unión interna, ni por unión externa. Los católicos, incluso los malos son miembros de ella y están unidos a la Iglesia espiritualmente por la fe, y corporalmente por la confesión de la fe y por la participación en los sacramentos visibles.Los herejes ocultos están unidos a ella sólo por unión externa y, por el contrario, los buenos catecúmenos pertenecen a la Iglesia sólopor unión interna, no por unión externa, [frente a la opinión errónea de quien no admite el bautismo de deseo] pero los herejes manifiestos no están unidos la Iglesia de ninguna manera, tal como lo hemos demostrado “.
(1) Sunt quinque opiniones. Prima est Alberti Pighii lib.IV, cap. 8 hierarch. Eccles. ubi contendit, Papam non posse esse haereticum; proinde nec deponi posse in ullo casu, que sententia probabilis est, et defendi potest facile, ut postea suo loco ostendemus. Quia tamen non est certa et communis opinio est in contrarium, opere praetium erit videre, quid sit respondendum, si papa haereticus esse possit. (Controversiarum de Sumo Pontifice. Liber secundus. Cap.XXX(pag 608 en la edición del enlace traído en el blog)
(2)Est ergo quinta OPINIO VERA, PAPAM HAERETICUM MANIFESTUM PER SE DESINERE ESSE PAPAM… quare ab ecclesia posse eum judicari et puniri. Haec sententia est omnium veterum Patrum, qui docent haereticos MANIFESTOS MOX AMITTERE OMNEM JURISDICITONEM. (CAP. XXX). Es verdadera frente pero no cierta frente a la sentencia primera de Pighio de que el papa no puede caer en la herejía,por considerarla probable, pero sí lo es por haber añadido Pighio que no puede ser depuesto en ningún caso, in ullo caso . Belarmino admite que puede caer en [mejor, ser detectada pienso yo] la herejía. Simpliceter es cierta frente a la cuarta de Cayetano acerca de que un papa perdería la jurisdicción por la sentencia de la Iglesia. O frente a la segunda que juzgaba que un papa oculto (eo ipso quo in haeresim incidit, ETIAM INTERIOREM TANTUM), podría ser declarado depuesto jure divino…. También es cierta simpliciter, frente a la tertia opinio, que juzga muy improbable, de Torquemada que decía que ni por herejía manifiesta ni por oculta podía ser depuesto [admitía un papa hereje por tanto, al cual no se podría deponer. Sentencia muy moderna por lo tanto]. Traían el ejemplo de Honorio que fue papa legítimo y nadie le depuso. O sea Belarmino cree que el papa puede caer en la herejía y por este hecho deja de ser papa ipso facto . Pero puede y debe ser depuesto por la Iglesia, frente a Torquemada y Cayetano, por juicio y con castigo, porque ya no sería papa.
(3) IN VIII Synodo, act. 7, recitantur Acta Concilii Romani sub Adriani, et in iis continebatur, HONORIUM PAPAM jure videri anathematizatum, quia de haeresi fuerat convictua, ob quam solam causam LICET MINORIBUS IUDICARE MAIORES. Ubi notandum est quod etsi probabile sit, HONORIUM NON FUISSE HARETICUM, ET ADRIANUM PAPAM DECEPTUM EX CORRUPTIS EXEMPLARIBUS VI SYNODI, FALSO PUTASSE HONORIUM FUISSE HAERETICUM: tamen non possumus negare quin Adrianus cum Romano Concilio, imo et tota Synodus VIII generalis senserit, in causa haresis posse Romanum Pontificem.
De este intesante texto se extrae que Belarmino creía que eraprobable que Adriano fuese engañado por los textos falsificados [por los griegos] y que Honorio fue juzgado falsamente- con probabiidad- como hereje. Pero concede que el papa Adriano con un Concilio romano, y sobretodo que un concilio general como el VIII, podía juzgar, en la causa de herejía, a un Pontífice Romano.
De donde hay que concluir que Belarmino creía que un pontífice romano hubiera podido caer en la herejía. Lo cual reconozco que contradice la tesis general del blog. Aunque aquí viene a cuento lo dicho en el texto del post, sobre el carácter no absoluto e infalible de la opinión de un gran doctor de la Iglesia. Aunque al parecer no tiene en cuenta otros actos del Magisterio, como la bula Cum ex apostolatus y la bula de Sixto IV Licet ea y en el manual deCollantes en la barra lateral, La Fe de la Iglesia (Capítulo IX, apartado V, párrafo 10)
Pero como alarmado por lo que acaba de decir sigue:
ADDE QUOD EST MISERRIMA CONDITIO ECCLESSIAE SI LUPUM MANIFESTE GRASSANTEM, PRO PASTORE AGNOSCERE COGERETUR.
¡Qué desgraciada sería la condición de la Iglesia si campando el lobo abiertamente, fuera compelida a reconocerlo como [supremo] pastor.!
Parece como que se refiriera a nuestras días. Con San Alfonso- que al parecer se remite a este texto- decimos que esta realidad no llegará a suceder en la Iglesia por la providencia de Dios. Nosotros añadimos, que como la Iglesia siempre lo ha creído (hasta la Edad Moderna) ES IMPOSIBLE QUE UN PAPA VÁLIDO CAIGA EN LA HEREJÍA PORQUE ES INFALIBLE. Esta es la razón por la que hemos defendido la infalibilidad Pontificia en el blog, fundados en razones escriturarias, patrísticas, de muchos doctores con SantoTomás a la cabeza, de todos los papas, y de todos los santos, e incluso delsensus fidelium hasta nuestros días, en que se ha hecho general entre unos fieles que han perdido versosímilmente la Fe teologal, como también entre los pseudo-obispos y la mayoría de pseudo-teólogos modernos recalcitrantes.
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