Profissão de Fé do Blog.

Profissão de Fé do Blog "Creio em um só Deus, Pai onipotente, Criador do céu e da terra, de todas as coisas visíveis e invisíveis. E em um só Senhor, Jesus Cristo, Filho Unigênito de Deus, nascido do Pai, antes de todos os séculos. Deus de Deus, Luz de Luz, Deus verdadeiro de Deus verdadeiro. Gerado, mas não feito, consubstancial ao Pai, pelo qual foram feitas todas as coisas. Ele, por causa de nós, homens, e nossa salvação, desceu dos céus. E se incarnou por obra do Espírito Santo, da Virgem Maria. E se fez homem. Foi também crucificado por nós; sob Pôncio Pilatos, padeceu e foi sepultado. E ressuscitou ao terceiro dia, segundo as Escrituras. Subiu ao céu, está sentado à direita do Pai, de onde há de vir segunda vez, com glória, a julgar os vivos e os mortos; e seu reino não terá fim. Creio no Espírito Santo, que é Senhor e Fonte da Vida e que procede do Pai e do Filho. Com o Pai e o Filho é juntamente adorado e glorificado, e é o que falou pelos Profetas. Também a Igreja, una, santa, católica e apostólica. Confesso um Batismo para remissão dos pecados. E espero a ressurreição dos mortos, e a vida do século futuro." Amém.

terça-feira, 17 de julho de 2012

Para onde irá a FSSPX?

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

martes, 17 de julio de 2012

Consideraciones sobre las "negociaciones" de la Fraternidad y Roma


Hace muy poco recibí un e-mail donde alguien ponderaba la actitud de Monseñor Richard Williamson frente a la actual situación de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X. Esta persona me escribe sobre el “exilio” de Monseñor Williamson y el terrible padecimiento y silenciamiento del que ha sido víctima.
En Sursum Corda expresé mi opinión clara sobre Monseñor Williamson. Yo recibí de sus manos el Sacramento de la Confirmación, he compartido charlas con él, aprendí muchísimo de Monseñor y me siento profundamente ligado a este obispo. Ahora bien…
Monseñor Williamson no está exiliado. Actualmente reside en Inglaterra que es su país natal. Espiritualmente no está más exiliado que todos los católicos, que hemos sido expulsados de nuestras Iglesias por la Iglesia Conciliar del Vaticano II. También es incorrecto que la causa del silenciamiento de Monseñor Williamson hayan sido, originalmente, cuestiones doctrinales: Monseñor expresó una opinión personal sobre un hecho histórico, por lo tanto ha sido colocado como un “mártir viviente”, pero este “martirio” no es en razón de una cuestión de fe, sino meramente histórica, a saber, si murieron realmente seis millones de judíos o no. Monseñor dijo algo políticamente incorrecto y la consecuencia ha sido es ostracismo. Posteriormente, las posiciones “más duras” de Monseñor frente a las de Fellay se han hecho públicas, pero las mismas no expresan sino la eterna contradicción de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X entre quienes quieren un acuerdo con Roma y quienes se oponen a un acuerdo con la Roma del Vaticano II.
Personalmente me encuentro en contra del acuerdo de la FSSPX con Roma y ciertamente, es Roma quién con los últimos nombramientos de la curia demostró no tener más intenciones de proseguir conversaciones con la Fraternidad. Pero estos acercamientos son útiles tanto para la Iglesia Conciliar como para la Fraternidad. Para la primera porque le permite demostrar su “apertura” y no ser ella la que ha motivado la actitud de “ingratitud” de los tradicionalistas. Ratzinger lavantó las excomuniones, “liberó la misa” y puso las discusiones en el plano doctrinal, algo que la Fraternidad había reclamado desde los inicios. Ahora bien, como dicen algunos sacerdotes tradicionalistas de la Iglesia Conciliar  “¿Qué más quieren los lefebvristas? ¿Acaso el Papa no les dio todo lo que quieren?”.
Para la Fraternidad estas negociaciones sirvieron porque le permitió  “purificar” las filas: Los cripto-sedevacantistas en la FSSPX mostraron su verdadero rostro y salieron, los que estaban decididos por el acuerdo a cualquier costo también salieron y ahora están en la FSSP, el IBP, el ISFN o cualesquiera de los grupúsculos apóstatas “en paz y comunión” con Ratzinger/Benedicto XVI.
Recuerdo muy bien el anuncio de la “liberación de la Misa”. Aquel domingo yo estaba en el Seminario de La Reja asistiendo a Misa. Recuerdo que se cantó el Te Deum y que muchos de los fieles salimos de la Iglesia en ese momento. ¿Era menester aclarar nuestra protesta, libre y espontanea? ¿Alguien podía negar que algunos seminaristas bajaron la vista y guardaron silencio durante el oficio? ¿Fue casual que los seminaristas siempre tan prestos a conversar con los fieles, aquel domingo guardaran especial silencio cuando todos estábamos buscando alguna respuesta?
¿Y que paso en ultimas cuentas sino que, como dijo uno de los fieles “a los sedevacantistas se les caerá la careta”? Para muchos aquel Te Deum fue intolerable… para mi lo fue.

Pero mi situación es diferente de la de aquellos que viven de la Fraternidad. Bien porque son seminaristas, bien porque son sacerdotes y están ligados a una unión pía que, en ultima instancia, los alimenta, les da cobijo y para la cual trabajan y se identifican. También están aquellos que viven de la Fraternidad sin estar en la Fraternidad, es decir, quienes salieron porque ya no les quedaba otra, bien por cuestiones de conciencia (los hay, no lo niego), bien porque les salió mal alguna jugada. ¿Acaso no hay por allí dispersos ex sacerdotes, avenidos hoy en obispos que no hacen otra cosa que hablar mal de la FSSPX y están a la expectativa de cualquier fiel descontento o sacerdote igual que ellos, frustrado? ¿Y no es cierto que con estos obispos hay grupúsculos de fieles que repiten de memoria sentencias canónicas y aleccionan a quienes quieren (y a quienes no quieren) sobre la licitud o no de asistir a las misas de la Fraternidad? ¿Y no es cierto que estos frustrados han tenido que mendigar el obispado en el linaje Thuc porque se los negó Monseñor Lefebvre? ¿Y no es cierto que estos frustrados, sacerdotes, obispos o simples “hermanos” que bajo el pretexto de “restituir” han robado hasta el agua bendita de Seminarios, Prioratos o Capillas? ¿Y no es verdad, finalmente, que estos “religiosos”, últimos baluartes de la Fe, ora verdaderos continuadores de la obra de Monseñor Lefevbre, ora enemigos de Monseñor Lefebvre gozan de los favores de ciertos laicos, verdaderos lacayos que atacan y calumnian a todos los que se nieguen a canonizarlos en vida? ¿Miento acaso si digo que estos “defensores de la fe” no aleccionan a sus “fieles”, sus “ovejas” de atacar a quienes no los apoyan?  Y allí van estos fieles, ora algún nazi trasnochado que desconoce las raíces del nacionalsocialismo, acusando a todos de judíos, marranos y las mil y un sonseras.
No nos engañemos: esta política de la Roma Neo-Modenista y Neo-Protestante es compartida por la Fraternidad. Ambas salen ganando. La Fraternidad no firmará el acuerdo con Roma, pero tampoco Roma lo hará con la Fraternidad. La Iglesia Conciliar quedará a los ojos de sus fieles contaminados por el modernismo como la que hace todo el esfuerzo para terminar con el “cisma de los tradicionalistas”, y la Fraternidad podrá librarse de aquellos que no están de acuerdo con la “actitud prudencial” de Monseñor Lefebvre, mantenida por sus sucesores.

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