Que la Paz de Nuestro Señor Jesucristo, Verdadero Hombre y Verdadero Dios estén siempre contigo y con la Iglesia Católica Sirio-Malankara y con todos los católicos en paz y comunión contigo y con Nos, Vicario de Cristo en Argentina.
Esta carta que Os enviamos a Vos es producto de profunda reflexión porque tratamos aquí cuestiones referentes al gobierno de la Iglesia del Brasil que está a tu cargo. Es muy importante, en esta época de fuerte persecución que sufre la Verdad frente a sus enemigos que podamos estar unidos, trabajando y luchando juntos, pero cada uno desde su posición y lugar.
El crecimiento de la Iglesia en el Brasil solo puede ser obra del Espíritu Santo, pero justamente, allí donde el Espíritu actúa es donde más desea introducirse Satanás, la Serpiente, el eterno enemigo del Género Humano. Se introduce por medio de las ideas nuevas, por medio de las extrañas doctrinas, pero también se introduce por la sangre, por las personas. Brasil, tierra de millones de almas tiene también el gran problema de la variedad de cultos, de sectas, muchas de las cuales perviven en aquellos que se dicen católicos. Es menester, hoy más que nunca que Vos, Carísimo Hermano, Príncipe de la Iglesia y Legado Nuestro en el Brasil luchéis contra estas aberraciones. La Iglesia del Brasil debe continuar alineada a nuestro Magisterio, que es el Magisterio de la Iglesia, que es inmutable y que no se puede alterar. Nos establecimos en varias oportunidades diferentes normativas, algunas dadas en conversaciones privadas contigo para el mejor gobierno de la Iglesia en Brasil, pero siempre hemos dado libertad de acción, considerando existir la confianza suficiente en tu juicio y sabiduría.
Asistido como estamos por la Curia, dirigimos estas palabras a los fieles del Brasil: Seguid fuertes, seguid firmes en la fe, obedeced a vuestros pastores. A los sacerdotes, sed pacientes con el pueblo, amonestadlo en vuestros sermones, acomañadlos, permitid al pueblo crecer en la gracia y no retengáis para vosotros aquello que Dios dispone para muchos, porque muchos son los llamados, pero pocos son los elegidos y aquellos que forman parte de la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana en el Exilio, que se encuentra en paz y comunión con Su Beatitud Makarios forman parte de esa Iglesia que es la Iglesia de Cristo.
A Nuestro amado Makarios, más que nunca es necesario que exista paz en la Iglesia del Brasil, demasiado grande es el país, pero sobradas son tus fuerzas para esta campaña. Tu trabajo no es ignorado por el Señor que todo lo ve y a quien no se lo puede engañar. Lucha, persiste en la fe y en el trabajo misional, guardando el Magisterio y el Derecho. Pero que el celo por la fe no te haga cometer errores, que no te engañen aquellos que se dicen católicos y conversos y no son sino miembros de la Sinagoga de Satanás, cuida de aquellos que desean introducir en la Iglesia el veneno de la herejía, de la apostasía, de la rabinización. Hoy más que nunca debemos estar precavidos de la existencia de infiltrados en nuestras huestes, de que los eternos enemigos de la Iglesia están aquí, entre nosotros, esperando el momento para asestar un nuevo golpe contra la Cátedra de Pedro. Son conocidos, sus nombres los conocemos y algunos han llegado a acariciar el Trono del Sucesor de Pedro. Son los hijos de la Serpiente, los que buscan una nueva Apostasía, pero que no lo lograrán, antes bien, los perseguiremos y aniquilaremos, fulminándolos con la luz de la Verdad.
Quiera Dios seguir bendiciendo a la Iglesia Católica Sirio-Malankara, a su Patriarca y al todo el pueblo fiel del Brasil a quien damos Nuestra Bendición Apostólica.
Dado en Villa María,
A los 17 días del mes de septiembre del año MMXI.
Nenhum comentário:
Postar um comentário
Não aceitamos coméntarios onfensivos a pessâs em particular.Use da moderação.O bom senso cabe em todo lugar.Você pode discordar de nossas opiniãoes e é um direito seu,mas atacar pessôas,mencionando nomes é covardia.