Entrevista al Reverendo Pater Niklaus Pluger FSSPX
Leído en DICI
Traducción nuestra (autorizamos reproducción, citando fuente)
Entrevista con el Padre Niklaus Pfluger : « Hemos regresado al punto de partida»
Una entrevista con el Padre Niklaus Pfluger, 1er. Ayudante General de la Fraternidad San Pío X, sobre la situación actual de la Fraternidad.
Kirchliche Umschau: Hace unos meses, el reconocimiento canónico de la Fraternidad por el Vaticano parecía inminente. Ahora parece más bien que los esfuerzos han fracasado. Mons. Müller, el nuevo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo ha sugerido así en varias entrevistas que ha concedido en estos días.
Padre Niklaus Pfluger: Estos esfuerzos no han fallado, pero el acuerdo es poco probable en el corto plazo. La Curia y nosotros creemos que una unión no tiene sentido si no hay un entendimiento común de la fe. Esto debe ser expresada en una "declaración doctrinal". Hace tiempo que se discute esa declaración, y en abril de 2012 el obispo Fellay, Superior General, ha presentado un texto informal. Sin embargo, para nuestra sorpresa, este texto no ha sido aceptada por la Congregación para la Doctrina de la Fe. Nos encontramos en el punto de partida.
Kirchliche Umschau: ¿Cómo se explica este cambio de posición en Roma?
Padre Niklaus Pfluger: Hay quienes se oponen en Roma a una regularización canónica de la Fraternidad. El reconocimiento oficial de la Fraternidad de hecho sería una señal de que la era del Concilio Vaticano II se cierra en la historia de la Iglesia, y que un nuevo capítulo se abre. Por supuesto que no les conviene a los "conciliares"; un reconocimiento de la Fraternidad de San Pío X no sólo sería un insulto sino también un cuestionamiento al mismo concilio, por lo tanto una debacle.Es obvio que así no podía prevalecer.
Kirchliche Umschau: ¿Cree que algo puede cambiar?
Padre Niklaus Pfluger: ¡Estoy seguro! Porque la realidad se impone. La Iglesia está en todas partes, con algunas excepciones, en un proceso de auto-destrucción. Este proceso no es sólo europeo. En América Latina, por ejemplo, la situación no parece mejorar. Donde hay dinero suficiente -Alemania, Suiza, Estados Unidos- las estructuras todavía permanecen. Pero la pérdida de la fe se verifica en todas partes. Y sin fe, no hay Iglesia. En Alemania, los obispos han llegado recientemente a dar un mensaje claro: el derecho a reclamar el impuesto eclesiástico es mayor que los 120.000 que recauda la Iglesia por año. Estamos siendo testigos de un fenómeno histórico único de degradación, que los mismos obispos no pueden parar, y menos aún con tácticas sin espíritu de fe. Joseph Ratzinger habló ya, hace más de 50 años, de una "Iglesia, cuyo corazón está habitado por el paganismo."Llegamos de hasta aquí también a causa del Concilio. Estoy convencido que este proceso va, de una parte, a devolver cierta lucidez a los obispos, y que, por otra parte, va a mantener en su emplazamiento a los conservadores, es decir a los que simplemente quieren creer de modo católico y permanecer católicos. Con ésos, no necesitamos discutir mucho, la unidad estará rápidamente encontrada.
Kirchliche Umschau: ¿Está sugiriendo que este retroceso se hará en detrimento de los católicos liberales? Ellos argumentan lo contrario; quieren nuevas reformas para mantener viva a la Iglesia.
Padre Niklaus Pfluger: No estoy insinuando nada; miro a los hechos. ¿ Cuál orden religiosa, cual diócesis, cual grupo dispone de un relevo, y cuales son los que no lo tienen? Podemos observar que cuando las llamadas reformas conciliares se aplican mejor, la caída es más grande. No niego que en la opinión pública - y también en las parroquias - el liberal es aquel que despierta la mayor simpatía. Pero la Iglesia no vive de simpatía o aplausos. Vive de los hombres que creen y que están dispuestos a renunciar a la vida civil para convertirse en sacerdotes, monjes o monjas. Lo que no ocurre en los liberales, y es por eso que ahora quieren recibir la ordenación sacerdotal, pero sin el celibato, sin renuncia. ¡ Como si sólo por esta razón más gente vendrá a la iglesia!
Kirchliche Umschau: ¿Espera una nueva excomunión de los obispos o de toda la Fraternidad?
Padre Niklaus Pfluger: Una nueva excomunión puede ser agradable a los ojos de muchos, pero en este pontificado, al menos, parece bastante improbable. ¿Cómo se justifica? No hay una "herejía tradicional". No somos "sedevacantistas"; no rechazamos en ningún caso la asistencia del Espíritu Santo para el Papa y los obispos. Y la "desobediencia" -desde el punto de vista romano- ya existía en el momento en que se retiraron las pretensas excomuniones dictadas en 1988. ¿Cómo podemos justificar nuevas sanciones eclesiásticas? Debido a que rechazamos el Concilio? En el Credo no se encuentra el artículo: "Creo en el Concilio Vaticano II ..."! La realidad apremiante de los hechos, que ya mencioné, debería ser más importante que las discusiones. La encontramos en una nueva generación de jóvenes sacerdotes que, lentamente pero constantemente, descubre el antiguo rito y, a través de él, la doctrina íntegra y el verdadero sacerdocio. Pero también entre jóvenes que se interesan por la Fe, y casi siempre la descubren fuera de sus parroquias; están muy interesados en la liturgia y la doctrina tradicionales, aún cuando todavía practiquen el nuevo rito. Miran hacia la Fraternidad, se preocupan por ella, buscan contactos, piden nuestras publicaciones y nos guardan en su libreta de contactos. Lo mismo ocurre en la comunidad "Ecclesia Dei" y entre los sacerdotes diocesanos que, desde el Motu Proprio de 2007, comenzaron a celebrar la Misa tradicional. No sólo somos una Fraternidad de casi 600 sacerdotes; sino que nuestra influencia penetra profundamente en la Iglesia, y precisamente con proyección hacia el futuro. Si no quiere perder toda credibilidad, Roma se ahorrará una excomunión que deberá luego retirar otra vez.
Padre Niklaus Pfluger: Reconocemos por supuesto que hubo un Vaticano II. El propio Arzobispo Lefebvre fue un padre conciliar. Sin embargo, nos encontramos con que no sólo las reformas post-conciliares, sino también algunos textos del mismo Concilio contienen contradicciones con respecto importantes decisiones doctrinales del pasado. Las ambigüedades y las novedades están en el centro del proceso de disolución de la actual iglesia. Para Roma, es insoportable que estuviésemos hablando de "errores del Concilio". Vea Usted, criticábamos el Concilio, mientras era celebrado por todas partes, y cuando la Iglesia estaba viva y creyente todavía mucho más que hoy. ¿Por qué dejaríamos de criticarlo ahora, cuando nuestras advertencias y nuestras críticas se verifican visiblemente para todo el mundo? ¡Al ver en esta triste realidad, 50 años después del Concilio, que las advertencias de Mons. Lefebvre estaban lejos de ser exageradas! En los años 70, era totalmente inconcebible, debido al optimismo entusiasta e ingenuo, que obispos católicos se comprometieran a favor de la homosexualidad, a favor de la propagación del Islam o de la disolución del matrimonio, lo cual debemos sufrir ahora, ¡por desgracia! El Vaticano se encuentra ante las ruinas de la Iglesia, ella que fue una vez tan hermosa y fuerte. Pero no hay nada nuevo, no hay recuperación posible sustentable. Una evaluación realista de las nuevas comunidades de inspiración carismática, que en las últimas décadas han sido consideradas como un signo de vitalidad, debe servir como una advertencia. No entiendo que todavía no se haya a cabo una extensa investigación sobre las causas de la situación de la Iglesia. La iglesia está destruida, y esto no va a cambiar simplemente con prohibir que se hable al respecto. La afirmación constante de que el Concilio no tiene nada que ver con la crisis post-conciliar es ideológica.
Kirchliche Umschau: Si ustedes parecen tan poco dispuestos a un acuerdo, para qué seguir hablando con la Congregación para la Doctrina de la Fe?
Padre Niklaus Pfluger: Debido a que el Papa y Roma son realidades que pertenecen a la fe. La pérdida de fe en las estructuras de la iglesia -la pérdida de la fe en que estamos, gracias a Dios, a salvo- es sólo un aspecto de la crisis de la Iglesia. En cuanto a nosotros, también sufrimos un cierto efecto de esa crisis, por nuestra irregularidad canónica. No es sólo el estado de la Iglesia post-conciliar es imperfecta, sino el nuestro.
Kirchliche Umschau: ¿Se refiere a la gente en su comunidad que se niega a las conversaciones con Roma?
Padre Niklaus Pfluger: Sí, pero son pocos, muy pocos. En algunos, la larga separación podría haberlos llevado a una confusión teológica. Básicamente, estas personas oponen la fe al derecho, y actúan como si la unión con el Papa fuera sólo una cuestión de derecho secundaria. Hay un gran peligro cuando la legitimidad del Papa se separa de la fe, y es vista como algo puramente jurídico. En definitiva es una visión de la Iglesia protestante. La Iglesia es visible. El Papado es una cuestión de fe. También los católicos fieles a la Tradición están sufriendo -en un doble sentido- la crisis. Participamos en esta crisis, aún cuando, en mi opinión, sea de una forma completamente diferente y mucho mejor. La obligación de trabajar activamente para superar la crisis no puede ser cuestionada. Y este trabajo empieza en casa, con ganas de superar nuestro estado canónico anormal.
Kirchliche Umschau: Estamos de vuelta en el punto de partida. ¿Por qué no firmar con Roma?
Padre Niklaus Pfluger: Porque no podemos cambiar un estado imperfecto por un estado todavía menos perfecto. La unión con Roma debe ser una mejora, no un deterioro. Las omisiones en las verdades de la fe, o bien la prohibición de criticar las declaraciones dudosas y liberales, serían una alteración, e incluso una alteración esencial. Esto no lo vamos a hacer.
Kirchliche Umschau: El Capítulo General de la Fraternidad se llevó a cabo en julio.¿Cómo se posicionaron los capitulares?
Padre Niklaus Pfluger: Seis piedras de toque antes de una posible reunión se establecieron y son las que siempre hemos apoyado. Nuestra posición se ha reforzado aún más.
Kirchliche Umschau: En Internet, no hay unidad en este tema. Se reprocha a la jefatura de la Fraternidad una traición, e incluso se ha lanzado un anatema contra ella.
Padre Niklaus Pfluger: Usted cita a Mons.Williamson, que una gran mayoría excluyó del Capítulo General. Nada hay que en que no estemos unidos.
Kirchliche Umschau: Pero ustedes tienen un problema de comunicación. La impresión producida por algunos foros de Internet, no podría ser peor.
Padre Niklaus Pfluger: Es cierto que el uso de Internet ofrece una nueva y diferente forma de comunicación. Debemos ir más allá de las publicaciones impresas, sólo utilizados hasta el momento, ¡como el mismo Vaticano! Pero lo cierto es que hay almas sencillas que pueden confundirse con las causas de la división, porque están mal informadas por la Internet. Nuestros sacerdotes han pedido a los fieles no visitar estos foros que a menudo avergüenzan con su contenido, no dejarse inquietar por los rumores e intrigas que se encuentran en Internet. Nuestra comunicación se incrementará en el futuro, incluso por Internet.
Kirchliche Umschau: Algunos grupos tomaron al Obispo Fellay como objetivo.
Padre Niklaus Pfluger: Mons. Fellay sin duda ha hecho más por la causa de los católicos fieles a la tradición que todos los que dudan de él, lo critican o lo acusan de traición. Desde hace varios años, conduce con cuidado y de forma inteligente las relaciones con Roma; él nunca actúa con precipitación, nunca se deja provocar ni pierde la paciencia. Ahora tenemos la liberalización de la misa tradicional, el retiro de las "excomuniones", que había sido fulminadas en 1988, y tenemos conversaciones sobre los problemas del Concilio, y el conclio es -como lo reconoce un obispo austriaco- un tema de discusión. Ahora el Concilio ha dejado de tener un aura sagrada y se desmorona. Y esto, incluso, las celebraciones del Jubileo por el 50 aniversario del Concilio Vaticano II no lo pueden puede cambiar. Nuestro Superior General ha logrado mucho, porque obra con perseverancia y sosteniendo siempre nuestras posiciones teológicas. A su lado, veo que hay un solo objetivo para esta crisis en la Iglesia, el de la preservación de la fe y de servir a la Iglesia con todas nuestras fuerzas.
Kirchliche Umschau: Una pregunta subsiste: ¿por qué, ante la campaña de desprestigio en su contra en los últimos meses por Internet, el obispo Fellay no parece reaccionar?
Padre Niklaus Pfluger: la paciencia, la bondad, la generosidad parecen a algunos como una debilidad, pero no lo son. Frente a estos incendios de acoso a través de Internet, no vamos a abandonar nuestros valores y nuestros principios. Tratamos las intrigas según las formas de Ley de la Iglesia. Esto puede parecer un poco lento, a veces un dolor, pero no puede ser de otra manera, si no queremos ser infieles a nosotros mismos. Me gustaría dejar claro: no hay que imaginar que pueda cuestionarse la autoridad sin que ella se manifieste.
Kirchliche Umschau: ¿Qué significa eso en la práctica?
Niklaus Pfluger Pater: Mons. Williamson recibió una amonestación. Este es un capítulo triste en la historia de nuestra Fraternidad. Si continúa su campaña por Internet contra la Fraternidad y su Superior General, su separación de la Fraternidad será inevitable. Además de sus ideas erróneas, ha maniobrado entre bastidores. La verdadera tragedia es que hace años que no acepta la autoridad del Superior General, y se da a si mismo su propia misión. Antes del Capítulo General, llamó a la rebelión. Para un obispo católico, esto es muy serio.
Kirchliche Umschau: La Fraternidad no está sólo para mantener conversaciones con Roma. ¿Cuál cree usted que es otro campo de apostolado?
Padre Niklaus Pfluger: El mundo occidental ha perdido la fe. Una de las razones es que la Iglesia ya no lleva la fe a la mayor parte del mundo. Los clérigos modernos parecen casi avergonzados de la fe, y están más preocupados por la protección del medio ambiente, la redistribución de la propiedad y la ayuda al desarrollo. No podemos esperar hasta que cambien. Tenemos que salir más, salvar y reconstruir la influencia pública del cristianismo. Con mesura, humildad y caridad. Así como Jesucristo hizo el llamado a sus contemporáneos: ¡No tengáis miedo!
Kirchliche Umschau: ¿Dónde ve usted los problemas reales?
Padre Niklaus Pfluger: A nivel mundial, los estamos viendo actualmente en la persecución de los cristianos en Oriente. El desafío para nosotros es llamar la atención en cuanto a estos hermanos perseguidos y su asistencia. La Declaración del Capítulo General lo pone en evidencia. En los países occidentales, vemos que cada vez menos niños nacen, porque la familia se devalúa, las leyes del Estado amenaza a la familia, es decir, el núcleo de la empresa. El trabajo de las familias, la asistencia para las familias es una tarea importante. Tenemos que apoyar a las familias y guiarlas para que no queden marginadas de la sociedad. Pero nuestro primer deber sigue siendo -y la Declaración del Capítulo General en julio hizo hincapié una vez más- la conservación y defensa de la Fe y la formación de sacerdotes verdaderamente católicos. Esta es la forma en que podemos servir a la Iglesia Católica en la mejor manera. A nivel personal, se obra la santificación. La oración, la educación religiosa, los sacramentos son un aspecto, una buena conducta de vida y de amor fraternal es el otro aspecto. Los dos van juntos. De este modo, podemos convencer a nuestros semejantes y nos disponemos para el Cielo. Sí, ya hemos experimentado esos momentos en los que se puede sentir la armonía y la felicidad del Cielo. El materialismo, el ateísmo, las sectas y también las falsas religiones restringen más y más una vida saludable católica. Esta es una tarea clave para la Fraternidad, para ayudar a los creyentes de buena voluntad a mantener la fe en tiempos difíciles, y para vivirla. Esta es nuestra tarea ahora, la tarea espléndida y emocionante, si somos capaces de desparramar el fuego del Amor Divino. Esto sólo es posible con una fe profunda y viva.
Kirchliche Umschau: Padre, ¡muchas gracias por esta entrevista cordial!
Kirchliche Umschau: Padre, ¡muchas gracias por esta entrevista cordial!
(Source : Kirchliche Umschau – Traduction française DICI – 13/10/12)
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