sábado, 13 de octubre de 2012
Una reflexión sobre el 50 aniversario del Concilio Vaticano II
Presentamos a continuación una reflexión muy interesante y oportuna que nos hiciera llegar el Padre Mauricio Zárate de la Sociedad Religiosa San Luis Rey de Francia, respecto al L Aniversario del Concilio Vaticano II.
Pero, hay algo bueno que celebrar?
Mientras suenan los estruendosos ecos, aunque hueros, de la celebración del cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II, yo me pregunto ¿Qué es lo que hay que celebrar? ¿No nos corresponde, más bien, llorar amargamente a causa de este Concilio? No voy a traer aquí los gravísimos escándalos financieros, sexuales, pecados contra natura y los abusos contra niños cuyos ángeles están viendo a Dios, en cantidad que jamás existió antes de este Concilio. Hay algo mucho más grave que este Concilio nos ha dejado: la falsificación de la fe católica, su ecumenismo y la prostitución con las falsas religiones, que clama la venganza de los mártires durante 2000 años.Traemos este artículo, muy realista, de nuestro comentarista Sofronio.
¿Hay que celebrar el vaciamiento de las iglesias, el abandono masivo de los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación y del Matrimonio católico, la irreverencia al Santísimo Sacramento ante el que casi nadi se arrodilla? ¿Hay que celebrar el abandono de la fe católica de la mayoría de los bautizados, la pérdida de más del 50% de consagrados en las ódenes e institutos religiosos, el aseglaramiento de monjes y monjas? ¿Hay que celebrar, tal vez, la venta de iglesias por falta de fieles, para convertirse en hoteles o pub? ¿ Hay que festejar el cierre de seminarios por falta de vocaciones, y la imposibilidad de ‘reponer’ el número de los sacerdotes que fallecen? ¿Hay que celebrar que pase, como en Irlanda, antaño masivamente católica, que hoy no se confiesen católicos ni la mitad de la población de ese país? ¿Hay que celebrar el sacrilegio de Asís donde no se permitió que entrase la imagen de la Virgen de Fátima, pero se puso un Buda encima del Sagrario (‘abominación de la desolación’ profetizada por Daniel y que nos recuerda Nuestro Señor Cristo)? ….Ciegos sois los que celebráis esta triste efemeride; ciegos guiando a otros ciegos al precipicio de la apostasía; ciegos que apagáis la fe en Cristo Jesús; o más que ciegos,.. tal vez seáis lobos vestidos con piel de oveja contra los que nos advirtió el Apóstol ¿No veis la decristianización de Epaña, de América, de Europa..? ¿Y seguís de fiesta, proponiendo planes ‘pastorales de boureau’, cual si fuiseis funcionarios? ¿Por qué no subís, pastores, al Calvario con Cristo? ¿o es que no iba con vosotros aquello de que ‘ el buen pastor da la vida por sus ovejas’?
¿Os quereis quedar en el Monte Tabor o peor aún, congraciados con Caifás y Anás para que no os persigan, mientras Cristo sigue solo en el Calvario? ¿No sabeis que no se nos ha dado otro Nombre que el de Cristo Jesús, por el cual podamos salvarnos? ¿Por qué, entonces, seguís bendiciendo al Islam, al judaismo talmúdico y a los adoradores de los demonios en vez de predicar a Jesús? ¿ Por qué seguis diciendo que la Antigua Alianza está vigente para los judíos? ¿ Por qué simuláis que fuera de la Iglesia Católica hay salvación? ¿ Por qué calláis la verdad: que la Iglesia fundada por Cristo es la católica y no las congregaciones de los herejes? ¿’Qvo vadis’? preguntó Pedro al Señor, cuando según la leyenda, Pedro huía de la persecución de los romanos ‘A ser crucificado de nuevo’ repondió el Señor,y antes estas palabras, según dicen, Pedro volvió a entrar en Roma para ser crucificado.; pero hoy vemos a sus sucesores saliendo por la Vía Apia ha elogiar a los rabinos de la Sinagoga; cruzar el charco para desclazarse en las mezquitas; alagar a Lutero; besar el Coran ..Olvidaos de este triste y nefasto concilio que ha traido tanta desolación a la Iglesia; y también de sus enseñanzas erróneas respecto al ecumenismo, ya condenado por los papas anteriores de forma infalible; del concepto de libertad religiosa condenada infaliblemente en el Sylabus de errores; de la colegialidad episcopal que ata de pies y manos al Vicario de Cristo; volved al Santo Sacrificio de la Misa católica que rezaron todos los santos, mártires, confesores y vírgenes y subid al Gólgota, pastores; Cristo está siendo azotado y crucificado por vuestras doctrinas desviadas de la única fe católica ¿No habeis oído que si la sal se vuelve insípida sólo sirve para ser pisoteada y echada al fuego? ¿No habeis oído a Cristo, Nuestro Señor, que un árbol bueno no puede dar futos malos? Ergo, si los frutos son tan malos, el concilio no es un árbol bueno. Amigo católico fervoroso, quiero recordarte las palabras del Papa Félix III:
“El error al que no te opones, lo apruebas”
Hermanos católicos, esta es una hora muy amarga; mucho más que aquella en que casi todos los obispos habían caido en la herejía de Arrio y negaban la divinidad de Cristo. Entonces, sólo entre el 1% y el 3% de los episcopos se mantuvieron fieles a Nuestro Señor Jesucristo confesando su divinidad, y entre estos pocos fieles destacó S. Atanasio. Sus palabras, dirigidas a los pocos fieles verdaderamente católicos que no habían caído en la herejía, son hoy más actuales que nunca:
«Hermanos,como custodios de los misterios de Dios, alzáos y actuad.Vosotros que veis ante vuestros ojos la devastación que otros están perpetrando».(San Atanasio, “Patrología griega”, XXVII, 219)
Hermanos católicos, un sólo seglar se lavantó ante el sermón del más importante Patriarca de Oriente, Nestorio, que desde el púlpito estaba negando el dogma de que la Virgen María era la Madre de Dios. No,hermanos católicos, no lo hiceron los clérigos tibios de la iglesia de Laodicea, sino que aquel humilde laico, iluminado por el Espíritu Santo, tuvo la fortaleza suficiente para gritar en medio de la hermosa basílica, una palabra dirigida al Patriarca hereje:
‘Anathema sit’
Si vosotros celebráis este mal árbol,higuera esteril, nosotros no lo haremos, preferimos hacer lo que agrada al Señor: Penitencia por nuestros muchos y enormes pecados y por vuestra ceguera.
¿Qué fe se va a proclamar este AÑO DE LA FE? ¿La fe expresada en el dogma católico, extra ecclesiam nulla salus (fuera de la Iglesia no hay salvación, o la de los errores contenidos en la Dignitates Humanae y otros documentos conciliares que contradicen todo el magisterio anterios de los papas? Aquí seguiremos predicando la fe de los Apóstoles y la de los mártires que murieron por hacer proselitismo; sí, sí, proselitismo (palabra que censuráis los que sois modernistas y acción que prohibís los defensonsores de tanto error, haciendo caso omiso del mandato de Cristo ‘ Id a todos… y bautizad en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo..el que crea y se bautice se salvará, el que no crea se condenará) proclamando la necesidad de creer en Cristo Jesús y bautizarse para salvarse; proselitismo porque el que deramaron su sangre los mártires por predicar a los que adoraban falsos dioses.Esta es nuestra Fe, la fe católica, única verdadera.
He aquí un testimonio de lo que ha traido el Concilio Vaticano II entre las misiones, practicamente paralizadas a causa de este concilio y que se comenta por si mismo; y lo más grave es que hay obispos también se han vanagloriado, según sus mismas palabras, de lo mismo que este infeliz misionero; se olvidan de que deberán dar cuenta a Cristo por lo que hicieron con sus talentos.
Silvano Sabatini, misionero de la Consolata que se comprometió durante 40 años con los indígenas de la Amazonia brasileña, tiene mucho que contar sobre el sentido de la Misión, con todas sus tensiones, contradicciones y complejidades. La agencia Adista presenta el increíble (anti)testimonio de este misionero de la Consolata, que dedicó su vida a las poblaciones indígenas y ahora cuenta su experiencia con un ensayo titulado “El sacerdote antropólogo.- “Entre los indígenas de la Amazonia” (Ediesse, Roma2011); escrito en colaboración con la antropóloga Silvia Zaccaria-.En el libro se habla mucho del «desastre cultural» provocado por la orientación asimilacionista de los misioneros poco iluminados, que ha complicado mucho la acción de los grupos de los misioneros de Catrimani (en medio de la selva tropical brasileña), que se centra en la elaboración de un «proyecto político-teológico deemancipación», mediante la defensa de la“maloca”, la casa común, «como lugar histórico social, pero también mítico-teológico de la realidad indígena», la total aceptación del mito y de su valor objetivo, al que Sabatini se ha sumado con toda su fe y su inteligencia humana.Este proyecto tiene una visión herética de la evangelización que se expresa de forma única:«No bautizamos a ningún yanomami –declara Sabatini– porque estábamos convencidos de que no tenía sentido bautizar a la persona fuera de la comunidad y que es la cultura la que debe ser evangelizada: el hombre tiene derecho a tener su cultura y debe encontrar en ella la forma para expresarse cristianamente. Bautizar fuera de la comunidad habría significado crear en el bautismo unadoble personalidad». Motivo por el que, cuenta Zaccaria, «Sabatini respondía a aquel monseñor ansioso por saber cuántos yanomamihabía bautizado: por gracia del Buen Dios,NINGUNO.Ante este testimonio anti cristiano de un religioso impulsado por el ‘espíritu’ del Vaticano II nos quedamos sin palabras ¿ Se extrañan todavía de que algunos alcen el grito al cielo para denunciar la casi abosoluta paralizaión de la Misión ad gentes tras el Concilio? ¿ Alguno piensa que Cristo va a nutrir a las órdenes religiosas que se niegan a cumplir su mandato de predicar y bautizar ? No hace falta ser profeta para saber que, si no se vuelve a la Santa Tradición de la Iglesia seguirá agrandándose la crisis. |
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